Llevo muchos años viviendo sobre la faz de la tierra 
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice... 
Y la luna es mi amada eterna... 
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
Si es así...Sigue mis pasos...En este mundo que ante ti se abre..

jueves, 6 de julio de 2017


CREDO


Estoy maldito.
Para poder entregarme a tu besos.
Bajé al infierno
al tercer día resucité de entre los muertos;
pero no quiero sentarme
ni a diestra ni a siniestra
de Dios Padre Todopoderoso.
He tenido que recorrer la miseria de mis días.
Nacer, morir y resucitar.
Para poder mirarte.
Lavar mis ropas.
Matar mis mentiras.
Creer en mis palabras.
Entregarme a tus deseos.
Bajé al infierno
al tercer día resucité de entre los muertos.
Dios no me quiere ni a diestra ni a siniestra.
Condenado a tus ojos ciertos,
a la pérdida constante de mi orgullo.
A pronunciar tu nombre…
sabiendo que prefiero demonios,
ángeles caídos,
vampiros y cuervos.
Condenado al enamoramiento absurdo
que tanto detesto.
Dios me hizo un hombre libre
y confinó mi libertad a la tibieza agobiante
de tu sexo.
Dios te hizo malditamente bella
para lograr que mi alma de unicornio
deje de causar delirios y tormentos.
Hubiese preferido una tumba.
Ser crucificado en invertidas cruces de silencio.
Yacer en el fuego azul de mi propio infierno.
Suicidio, locura o sufrimientos.
Condenado al enamoramiento infame,
a pronunciar tu nombre
como si fuese la oración
que redime los lamentos.
Un día olvidaré mis manos inertes,
frías piedras en la noche del desierto,
para volcarme en tu nombre de ángel
y ser la parte amarga de tus huesos.
De tanto amarte en mi nefasta conciencia
un día olvidaré que soy de piedra
y bajaré al infierno de tu mano;
pero no habrá ni tercer día,
ni resurrección…
ni otra maldita condena.
Hubiese preferido una tumba.
Una cruz negra.
Pero el Dios que maldijo mis voces
me dio un corazón de niño,
una voz de poeta.
Una mujer que será mi amor, mi carcelero.
Inspiración constante.
Muerte eterna.
La sombra que me sigue.
Mi otro yo.
Mi absolución.
El perdón de todos mis pecados.
Mi obscuridad, mi propia tumba y mi veneno.
Creo en la sangre y el pecado,
en los ángeles caídos,
en el fuego azul de cada infierno.
Creo en el amor que me derrumba,
en Lucifer que me gobierna,
en la maldición de los recuerdos
y en la muerte eterna…
Amén. 

Extraño
Extraño a los amores que están lejos
A las mujeres que me hicieron soñar
llevándome de la mano por el borde de la luna
Extraño a las que me dieron alas para soñar
y a las que se desangraron voluntariamente
para que la muerte
dejara de mirarme con infernal deseo...
Extraño a aquellas que me devolvieron a la poesía
que me recordaron mis manos teñidas de trementina y de lágrimas
Extraño a las que lloraron con mis penas
y a aquellos que juraron al cielo vengar mi absurdo nombre
Ahora
que nada tengo
me nutro de recuerdos
Intento crear otros sueños
volver día a día a mi centro
Hoy tengo la sagrada soledad de la melancolía
Ahora
me construyo
desde la destrucción total de mi alma en porfía
Pude pegarme un tiro
Saciar mi sed con veneno
Ver mis venas entregando la vida
Atar una soga a mi cuello
y lanzarme de pronto...
al vacío...
ODA A LA VENOSA SANGRE

El tiempo sigue su curso
Me refugio en la noche
Camino lento buscándote
Por laberintos humanos
Huelo tu venosa sangre
Voy a tu encuentro abismal

Soy tu eterna pesadilla
Soy el brujo de la hoguera
El vampiro muerto hace siglos
Aun no te puedo encontrar
Deseo tu vital líquido
Dame tu oscura señal

Veo tus oscuros ojos
Al fin puedo verte, mi espectral mujer!
Mis mortales miedos huyen!
Toco tus pechos cadavéricos!
Mía, como en otros siglos
Bésame con tu boca mortal

El sacrificio es esta noche
Soy tu victima, eres mi victima
Cierra tus ojos mientras corto
Con el puñal, tu pálido pecho.
La blasfema noche sonríe.
Tu negra sangre yo besaré.

La humana vereda nos ve
Salpicándola con tu esencia
Mi boca ruge con placer.
Mi lengua sabor a tu sangre
Clavo mis colmillos en ti
Con tu sangre me envenenaré.

El humano sol se asoma
Volveré a mi necrópolis
Deberé alejarme de ti
Hasta que otra vez, la noche
Una nuestros oscuros poderes.
Si el sol me toca pereceré.


Por siglos busque este poder
Sé que mi soledad se esfumó
En mi camino al sepulcro
Relamo la sangre que quedó
En mi puñal de sacrificios.
Por ti yo blasfemare

Mis hermanos lobos aúllan
El viento se regocija
Dormiré hasta que la señal
Me despierte para verte
Y así volver con mis orgías
De odio, sangre y muerte.

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