Llevo muchos años viviendo sobre la faz de la tierra
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice...
Y la luna es mi amada eterna...
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
y miles mas viviendo en las tinieblas eternas...
Soy un alma solitaria y creo que seguiré así hasta el fin de mis tiempos...
Me gusta alimentarme al despertar...
Y nunca me alimento de la sangre de los animales...
No hay nada que me sacie mas que la sangre de los humanos...
La noche es parte de mi esencia...Su oscuridad es mi cómplice...
Y la luna es mi amada eterna...
Uno de mis placeres son los libros y la observación nocturna...
Se que tal vez no lo creas...Pero soy la madre y reina de los vampiros...
Si es que aún quedan de ellos sobre la faz de la tierra...
Puedes seguir tu camino o detenerte ante mi...Y caminar a mi lado...
Seras aceptado solo si crees en la magia...
Si es así...Sigue mis pasos...En este mundo que ante ti se abre..
jueves, 17 de noviembre de 2016
Adoro caminar contigo de la mano,a través del sendero de la vida.
Adoro compartir, mi amor, contigo,
las tardes, las noches y los días.
Adoro cada silencio compartido,
sintiendo sólo el eco de nuestros latidos.
Adoro los momentos de tu alcoba,
donde hablan nuestros cuerpos, ya sin ropa.
Adoro sentirme tuya entre tus dedos,
que hallan mi placer en recovecos.
Adoro las tardes compartidas,
de miradas, de silencios y de risas.
Adoro cada palabra mencionada,
incluso a veces adoro cuando callas.
Adoro cuando estás conmigo,
adoro cuando estoy contigo.
Adoro cada instante compartido,
adoro cada minuto de mi vida.
Adoro amarte así, amado mío,
sin ya mirar las horas ni las prisas.
Adoro pasar la noche a tu vera,
se hace en mi corazón la primavera.
Adoro permanecer entre tus brazos,
sentirme estrechada en un abrazo.
Adoro despertarme con un beso,
que brote de tus labios en mi pecho.
Adoro estar aquí, ahora, hoy y siempre,
con el dueño de mi ser y de mi mente.
Adoro la forma en que me miras,
la pasión que esconden tus pupilas.
Adoro los hoyuelos que se forman en tu rostro,
la forma en que te ríes yo la adoro.
Adoro adorarte como lo hago,
adoro venerarte y decirte que te amo.
Adoro las noches que pasamos,
de besos y caricias de un par de enamorados.
Te adoro, amor, ¡te adoro tanto,
que temo, si no estás, romper en llanto!
Te miro en el silenciomás completo,
siento un rubor carmín
en mis mejillas.
Te miro sin cesar
por los pasillos
y así paso las noches
y los días.
Anhelo sentir tu cuerpo
contra el mío,
fundir tu aliento
con el mío,
sentir tu respiración
agitada,
sentir tus brazos
en mi espalda.
Quiero sentir tus manos
en mi nuca,
quiero sentirte aquí,
conmigo,
quiero sentirme bella
y desnuda,
ante tu mirada
de animal felino.
Tus ojos se clavan
en los míos,
las pupilas dilatadas,
a la pasión entregadas.
Entrecierro los ojos
y un suspiro se escapa
de mi garganta.
Deseo sentir tus caricias,
deseo sentir la lascivia.
Pasión tanto tiempo callada,
ante los demás ocultada,
y ahora me muestro ante ti,
sumisa y entregada.
Quiero que tus brazos
sean mis cadenas,
quiero sentirme
tu prisionera,
quiero sentir el deleite
de tus besos,
quiero sentir el roce
con tu sexo.
Quiero sentir jadeos
en la noche,
quiero sentir el choque
de tu cuerpo,
en la oscuridad abismal
que nos separa.
No quiero dormir abrazada,
como cada noche,
a mi almohada.
Quiero mezclar mi saliva
con la tuya.
Quiero sentir el olor de tu piel,
tu fragante aroma,
aspirarlo fuerte
y fundirme en él.
Quiero probar tu miel
y tu elixir.
Quiero hacerte el amor,
fundirme en uno,
sentir cada uno de tus poros
y cada uno de tus pliegues.
Quiero sentir tus besos,
tus labios en mi cuello.
Quiero ser presa
del ansia y el deseo,
y escuchar tus jadeos.
Quiero clavar mis uñas
en tu espalda.
Quiero sentirme tuya,
sentir cómo me amas.
Quiero dormir a ti abrazada,
tras la pasión derrochada.
Quiero ser el tormento,
y ser tu ardiente fuego.
Yo quiero ser la brasa ardiente
la que a tu mente pervierte.
Quiero ser la fantasía
con quien sueñes
noche y día.
Quiero ser fruta prohibida
que te conduzca al Edén.
Yo quiero ser la manzana,
quiero ser la tentación.
Perderme cada noche
en cada rincón.
Quiero aspirar tus aromas,
fundirme en un solo ser.
Quiero escuchar tus sonidos,
quiero sentirme bien.
Quiero derrochar vida,
por cada pliegue de tu piel.
Quiero sentirme querida,
deseada y bien amada.
Quiero sentir tus manos,
rodeando mi cintura.
Quiero sentir los suspiros
entre rosas y nardos.
Quiero que seas la lluvia
y yo la tempestad.
Quiero encontrar en ti la calma
frente a toda adversidad.
Quiero emanar la vida
por cada poro de mi piel.
Quiero ser tu amante
y poder amarte.
Quiero serlo todo,
al menos por una noche.
Ábreme las puertas de tu alma,
deshazte de las sábanas,
y prepara así la cama.
Hazme sentir viva,
hazme sentir querida.
Dale sentido a mi vida,
enciende el fuego
de mis sentidos.
Aviva la lujuria ocultada,
que me delata.
Cuando te miro cada día
y trato de fingir
que no me importas,
que no te amo yo,
ni tú te amas.
Siento una enorme agonía
que a mi corazón atenaza.
Trato de engañar a los demás
y engañarme a mí misma,
pero cuando tú y yo
estamos al fin a solas
no pienso en otra cosa.
Quiero recorrer tu cuerpo,
quiero comerte a besos,
devorar con ansia
cada centímetro de ti,
y mi cuerpo con el tuyo fundir
en un único ser.
Te observo en silencio
y parece que no lo sabes.
Emito un sonido indescriptible,
pero perfectamente audible.
Me miras sorprendido,
no esperabas verme así.
¿Excitada?
Sí.
¿Enamorada?
Quizá.
¿Me amas?
Tal vez.
¿Me adoras?
Quizá.
¿Te entregarías?
Puede ser...
Te contemplo, divertida,
y me muerdo los labios,
esperando que los beses,
pues son tuyos.
Tú eres el dueño
de mi mundo.
Tú eres el amo
de este cuerpo,
de este sueño,
con mi alma te venero
y a ti mi cuerpo te entrego.
Quiero ser tu perdición,
pues dices que soy cruel.
No lo soy,
sólo soy fruta prohibida,
sólo esa dulce miel,
para ti, desinhibida,
para ti, fruto de vida.
Busco sentir tu piel tan añorada,
con mi boca enamorada.
Soy caníbal de estos sentimientos
que me hacen presa.
Soy cautiva de estos pensamientos
de querer entregarme entera.
Deseo sentirte tan adentro
que nada más para mí quiero.
Tú eres todo cuanto tengo,
tú eres el dios que yo venero.
Yo soy tu sirena,
y tú mi marinero.
Yo soy tu prisionera,
y tú mi carcelero.
Tú eres cuanto poseo,
AMOR SÁFICO
Comienzo a cincelarte
cual un sueño
que se escapa
de mi realidad confusa.
Comienzo a pintarte
con palabras que me inspiran
al igual que tú,
mi dulce musa.
Te contemplo en el silencio
de la noche,
fundida en tus abrazos,
entregada al deseo.
Y tal como escribió Neruda,
me gusta cuando callas
y no dices nada.
Me gusta cuando callas
y me miras,
tan ausente.
Me gusta que estés así,
callada y perdida,
de cuerpo presente
y mente ausente.
Comienzo a mirarte a los ojos
y un rubor tiñe tus mejillas.
¡Estás tan bella así,
amada mía!
Me refugio en tus níveos brazos
de sirena coralina.
Me refugio en tu mirada,
en tus ojos de plata.
Me fundo en un único ser,
en un eterno abrazo,
en un beso que pudo ser,
y tras ése se suceden
unos cuantos.
¡Oh sí,
yo te amo!
¿Me oyes?
Asientes.
¿Me quieres?
No respondes.
Me miras y sonríes,
pícaramente.
Ambas conocemos
cuál es la respuesta,
ambas somos conscientes
del amor que nace.
Quiero perderme hoy
entre tus piernas,
sentir cada suspiro de tu boca,
sentir tu aliento de rosa,
tu esencia bendecida,
amada mía.
Quiero que seas mía
y yo ser tuya.
Quiero ser tu poetisa,
que tú seas mi musa.
Quiero sentirte mía
y no te vayas.
Quiero decirte, amor,
que yo te amo.
Quizá como nunca antes
te amase nadie.
Quiero besar tus labios
con ternura,
derrochando ese amor
y esa locura.
Tú me haces sentir prisionera,
verdugo y carcelera,
a un mismo tiempo,
y lo peor
o lo mejor,
es que no me arrepiento.
Te miro en el silencio de la noche,
y me gusta como callas,
y no dices nada.
Quiero recorrer tu cuerpo
con mis labios.
Quiero recorrer tu cuerpo
con mis manos.
Yo te anhelo,
yo te siento,
yo te extraño
al mismo tiempo,
pero sobretodo,
por encima de todo,
yo te quiero,
yo te adoro,
yo te amo.
Te pinto cual musa de retrato,
inspiras tú mis lienzos
y mis versos.
Anhelo respirarte a cada rato,
en cada instante y momento.
Tú eres ese tormento,
ese dulce tormento
del cual me alimento.
Quiero sentir de nuevo
el sabor de tus besos,
pues cuando tú estás cerca
mi corazón da un vuelco,
brinca, corre, salta,
siente y ama.
Sí, ama,
pues yo te amo,
te digo con los ojos
empapados de lágrimas.
"No llores por mí",
me dices susurrando.
¿Acaso no conoces ya
el efecto que causan en mí
tus susurros?
Siento deseos de besarte
y fundirme en uno.
Siento deseos de tomarte
y hacerte mía,
toda la noche,
toda la mañana,
toda la tarde,
si es preciso,
mas ruégote
no te marches,
amor mío.
No dejes a este corazón
tan malherido.
¿Quieres ser la enfermera,
que cure mis heridas?
Eres la misma enfermera,
que es también mi condena.
Tu amor me hace libre
y al mismo tiempo prisionera.
Cautiva de tus besos,
sedienta de palabras.
Me miras con deseo,
entre las sábanas.
Con pasión reprimida
se cruzan nuestras miradas.
Quiero saber
a qué huele tu cuello,
a qué saben tus besos,
cuán divino manjar
es tu cuerpo.
Aspiro tus silencios,
saboreo,
asiento.
¡Los dioses se lucieron,
tremendo monumento!
Las musas del Parnaso
no te igualan,
pues tú eres
la princesa hermosa
de este sueño.
Anhelo hacerte mía
hoy y siempre.
Anhelo yo fundirme
en tu mirada,
y ser yo la náufraga
de tus aguas de plata.
Deseo ser tu sumisa
y tu esclava.
Quiero pintar tus besos
de escarlata.
Quiero sentir tus besos
hasta el alba.
Quiero ser tu condena
y también tu redención,
como sólo tú eres la dueña
de este corazón.
Quiero saber qué significan
tus silencios de amada,
tu mirada ausente
que de amor te delata.
Me gusta cuando callas,
me asusta cuando hablas.
Es broma;
ven aquí, amor,
no seas tonta.
Me encanta tu esencia,
tu piel de tibio aroma.
Aspiro tus silencios,
tus miradas,
tus palabras,
esos suspiros
que de tu boca escapan.
Ansío esos besos
que ayer tanto me dabas.
Añoro los minutos
que pasaba a tu lado.
Extraño los abrazos
que eran parte de mi mundo,
Princesa de cristal,
Arcángel irreal.
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