Todas las noches,
como náufrago,
a la deriva,
me adentro,
en un mar,
de pensamientos.
Ellos me trasladan,
a otras dimensiones,
como mariposa empujada,
por fuertes vientos.
Ya ni confesarme deseo,
pues mi corazón,
muere por dentro,
la causa son,
dolores internos,
y algunos sentimientos.
Escritor condenado,
y machacado,
por sus demonios
planea como libélula,
sobre un folio,
para acabar mostrándote,
todos sus lamentos.
Su afán,
por ser recordado,
lo llevará,
por caminos,
donde solo,
puedes confiar,
en las palabras,
de los muertos.
Confía en mi,
mi querido lector,
que algún día,
estaremos juntos,
como los personajes,
de algunos cuentos.
Mientras seguiré,
esculpiendo poemas,
como aquel,
que se dedica a crear,
los mas bellos monumentos.
Mis venas revientan,
cuando mi alma,
me deja sola,
y con mi sangre,
empapo la pluma,
para terminar,
una triste balada,
con movimientos,
precisos y lentos.
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