de las colinas,
de fantasía,
se encuentra,
el mar,
de los trol,
en el cual ,
la reina,
de las sirenas,,
cuando la visito,
en mis sueños
me habla,
en la lengua,
de los seres,
sin forma,
de tiempos ancestrales.
Ella me susurra,
en versos,
llenos de paz,
y amor,
que los seres,
de las leyendas contadas,
durante neones atrás,
son míticos,
y reales.
Me dice,
que escriba,
y que muestre,
a todos los humanos,
el misticismo,
que llevo,
en la sangre,
esa que recorre,
mis venas,
por todos,
sus canales.
Gracias a la dama,
del mar,
pude contemplar,
las profundidades,
del océano,
mientras observaba,
como serpientes marinas,
se paseaban,
por paraísos,
de corales.
Aún recuerdo,
cuando me cogió,
de la mano,
y me mostró,
como el amor,
y la bondad,
se corrompían,
en muchos,
lugares espectrales.
Ahora hace tiempo,
que no aparece,
en mis sueños,
ni tampoco,
la diviso,
entre las olas,
en las noches,
que el faro,
del destino,
da la vuelta
por culpa,
del miedo,
a lo desconocido,
que tienen,
los mortales.
Seguiré con mi promesa,
y crearé una balada,
tan hermosa,
y misteriosa,
que en tiempos venideros,
se escuchará,
en la mas grandes catedrales.
Ahora me despido,
mi queridos lectores,
pues me espera,
otro largo viaje,
y acuérdense bien,
si ve un hada,
y quiere poseer- le,
tendrá que recibirla,
con buenos modales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario