"Me siento nadando en lo absurdo, en lo absurdo de verte aunque no estés desde hace ya días, de tocarte aunque no estés hoy tampoco, de sentirte aunque no estés ni hoy ni un rato más... Pero sabes; eso absurdo... eso es lo único que me queda de ti, ¿Cómo no quererlo?, ¿Cómo no adorarlo?, si lo absurdo esta en todos lados, en todas las puertas de mi casa, en todas las habitaciones, en todos los espejos, en las llaves de agua que abro y cierro, en el suelo, en el techo, en la cama.
Quisiera gritarte, despacio, lento, roto, a llantos, a mares, asqueado... Gritarte que no te quiero y te quiero, y que en el quererte hay indicios de no querer quererte, pero en este momento, aunque no quiera, te quiero y no te quiero. ¿Irremediablemente? Si, irremediablemente. Nadie podría quererte y no quererte más que yo.
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