Las notas lastimerasde un lloroso violín
lanzan al viento quimeras
de enigmático sufrir.
En su paseo magistral
va recorriendo sin pausa,
toda la escala musical,
mientras su dolor avanza...
Besaré hasta la espalda de tus silencios que me abrazanacariciaré hasta la desnudez de tus besos que me aman
comulgaré hasta las palabras que me aletean libertades
Y asiré tu mano en lo perpetuo… como te busca mi alma
Esa pasión sin temor
a nada ,que no se rinde
porque no se basa en miedos
existe en lo profundo,
del sentir más intimo,
ese de la coraza oculta.
Que recorre las fantasías
más insólitas del sentir,
en la imaginación,
interna, esclavizada.
un temor de esconder
lo que todos ya saben.
Prohibidos deseos,
normales del cuerpo,
solo que se comparte
en la alcoba de amor.
Las sabanas blancas
son las alcahuetas,
cómplices, silenciosas
de quejidos, gemidos.
Besos correspondidos
susurro de la pasión.
la oscuridad juguetea
con la claridad de luz.
Destellos, alma de ojos,
brillantes, comprometidos
en la satisfacción bonita
de una habitación de dos.
Desnudos hasta los huesos
conversaciones infinitas
del próximo encuentro
amantes sin regreso…
juego abierto sin pudor.
Caricias rejuvenecidas
por las ganas de amarse
deseos, lujurias ,erotismo
fantasías echas realidades.
Degustar fluidos corporales
con el espíritu ávido de ellos
prolongar hasta la saciedad
las sensaciones recónditas
esas que te hacen vibrar,
la piel convertida en mar.
Navegar en las humedades
de el cuerpo como océano
enfurecido, amado y divino
de la entrega total de amar
una y otra vez intensamente.
Mezcla de lujuria ; placer
lascivamente reunidos
en el ritual prohibido de la
intimidad ,hombre ,mujer.
Quizás estas palabras cabalguen sobre las planicies de todos los silencios, como unicornio besando los a horas de quienes creen en la magia de un verso. Tal vez las lágrimas hilen el entramado de emociones para cobijar nuestras almas, como hilan las Moiras sobre la rueca del destino. Alguna vez nos entregamos al credo de nuestras plegarias cuando las esperanzas flaquean, como abdica la nostalgia cuando un abrazo cercena las añoranzas. Y nos adentramos en la senda que elegimos transitar amén de las espinas que marchitan trémulos pasos, como las mariposas aletean miradas besando crepúsculos de quimeras.
Quizás estas palabras se desvanezcan en las intenciones de un anhelo, tal vez el susurro del viento que arremete las disperse por los firmamentos del olvido, quizás el tiempo las resguarde para que tus ojos… las acaricie suavemente, hoy y siempre.
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