La poesía es una esencia, es como el pintor, que ve la imagen en su cabeza, y traza delicados lienzos, nosotros los poetas, solo vemos esas palabras, esa imagen por decirlo así, jugamos con cada letra, plasmamos cada sentimiento; para ser poeta no se necesita solo amar y estar enamorado de esa idea para ser poeta se necesita mucho mas que sufrir, llorar, reír, estar en calma porque así, verdaderamente sabremos lo que es sentir necesitamos del llanto para conocer la alegría, la tristeza para conocer la felicidad, eso lo sabemos, pero no lo asumimos, eso es ser poeta, pero poesía es cada letra, cada pensamiento, cada sentimiento,cada sinfonía cada pluma con la se escribe bellas palabras hacia al ser amado, lo profundo del alma lo que con lleva nuestra imaginación mas aya de lo que podemos ver
"Eso es poesía para mí."
CELOS DE MIS LETRAS:
Envidias y celos de mis letras,
de mi forma de imaginar,
del sentir mis emociones alertas,
con tan solo versificar.
Te figuras mis sentires,
tras la pluma y el papel,
sin saber que son violines
con música de placer.
¿Tienes celos de mis poemas?
Si son, una de mis formas de acariciar,
de desvestir con las letras,
haciendo el amor… hasta no más.
Con cada verso que escribo,
mis caricias llegan a ti,
recortando la distancia,
entre tu inquietud y mi fin.
¡Qué Eros es mi amante perfecto…!
eso no te lo voy a negar,
con él siento mi mejor talento,
a la hora de versar.
Eros me da el equilibrio,
en mi relación alma-cuerpo al vibrar,
no me permite caer en el delirio,
por el contrario… mi espíritu calma de verdad.
Cultivo el erotismo
y mi forma de pensar,
disfrutando a manos llenas,
el deleite corporal.
Al recoger los frutos eróticos,
del campo de la pasión,
me he convertido en ninfa
de tu natural ilusión.
No debes de sentir esos celos,
que hacen daño y entorpecen,Decapitando días
Es cierto que esperaba premio o castigo…
todo este tiempo pagado y que ahora me falta,
salido del barro fui con impoluto tatuaje
incendiario de la fe, perdida como antorcha
en oscuridad intemporal decapitando días,
mestizando el arpa con que el verso nos adorna.
Mis ojos ven el rebaño perderse en el polvo que levanta
-el rastro es fácilmente reconocible-
la tentación de empuñar lo que queda del desatino
me hace ingrato cada paso
ahora que los bárbaros, incorruptos
sonríen con el rostro cansado de burlarse del espejo.
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