He tomado una cervecita en playa olvidada y desconocida por los turistas y su pertinaz ruido...he llevado la cesta de mimbre con cositas para picar...y las gaviotas han pescado ante mí en una conversación deliciosa con el azul del mar unido con el cielo...he podido escribir y calmar mí alma...serena contigo dentro y Dios iluminando mi criterio...te he sentido, te he sentido con la magnitud de las cosas que verdaderamente importan...y no voy a dar ni un solo paso atrás...con la frente alta gritaré al mundo que te quiero...aunque mis gritos se mantengan en silencio...por ti seré prudente, porque por mí no dejaría títere con cabeza... hasta alcanzar la paz de saber que mi amor es lo que me mantiene con la fuerza suficiente para avanzar...eres mi amor, mi amigo, mi amante, mi compañero...es así, lo ha decidido la vida... no yo. (Carta desde la arena)
Una vez tuve un sueño... y me alimenté de lo mismo que soñaba, y le di forma... cimenté sus raíces en mi alma, y alcancé el vuelo con las alondras...y para amar descubrí que soy en él un espejo de lo que fui. Veo en la imagen aquello que yo misma proyecto...no la realidad. Me he calzado zapatos nuevos, y nuevos caminos afines a los míos, construirán nuevas huellas...aunque no me lleven a ninguna parte, sé que amar es algo que nace de mí y a pesar de las circunstancias...por eso en soledad te digo...sí te quiero! qué te importa? no es cosa tuya.
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