para abrasarnos la piel de puro fuego,
de puro amor quemándonos la carne,
los cuerpos enredados para amarnos.
Enredos de brazos que me enredan,
de piernas que atenazan mi cintura;
mis manos enredándote las nalgas,
tu sexo enredándose en mi sexo.
Enredadas las sábanas calientes
bajo el sublime enredo de tu cuerpo
enredado en mi cuerpo posesivo
que aprisiona tu carne que aprisiona
mi carne enredada en tus suspiros
enredando suspiros de mi boca.
Enredos de placeres compartidos,
gritados a dos bocas y a dos voces,
enredados los labios que se enredan
para ahogar los gemidos liberados
como un grito de amor desinhibido.
Enredándonos el uno sobre el otro,
desenredamos sueños y deseos,
el enredo de amarnos, vida mía,
en esta eternidad que nos enreda
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