"En un camino que nadie recorre una mujer camina junto a un azulado lago bajo la luz del sol que brilla entre sus cristalinas aguas. En aquel lugar deambulan blancas grullas en tranquilidad.
Aquella que su alma necesita y su corazón anhela en aquellos deseos de paz, amor y prosperidad. Pues su vida fácil no ha sido como de tantas otras en el agreste camino al amar.
En suspiros llora sus sueños que de noche emite al cielo en sus manos una grulla de papel en el cual ha escrito una plegaria pidiendo paz para sus días y felicidad para sus noches ávidas.
Gran sentir en sus deseos en una grulla de origami en amor una vida larga o la la sanación de toda enfermedad. Es la primera de mil que hará con sus manos lleva su espíritu vivaz plasmado.
Y las grullas parecen saber de su misión pues le miran con amor, tranquilas están ante su cercanía. Donde inquietas siempre están excepto en el crepúsculo del atardecer al descansar.
Ella mira fijamente el reflejo de los ojos de una vieja grulla que le observa en ella vislumbra aquel fuego de la vida que ella ostenta. Como si supiera sus deseos aletea en bella reverencia..