donde aprendí a soñar por vez primera.
Mar que me habló de angustias y de espera
cuando el amor surcaba lejanías.
Mar de mis inquietudes y alegrías,
siempre cerca de ti, siempre a tu vera.
Vivo tu realidad y tu quimera
como si solamente fueran mías.
Te conozco, te admiro,te deseo,
eres dulce, cruel,desafiante,
tu tesoro interior me maravilla.
En tu serenidad yo me recreo
y no hay atardecer más relajante
que ver morir el sol desde tu orilla.
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